Y llegó la 54ª edición de la Behobia San Sebastián.
Este año la esperaba con más ganas que nunca. Llegaba en un estado de forma muy bueno después de correr en Valencia 14 días antes en 1:02’29 y con unas sensaciones y entrenamientos óptimos para poder disputar la victoria.
Viernes 09/11/18
Me presenté el viernes al Silken Amara Plaza (mi hotel talismán) con muchos nervios y con esa sensación de “cansado”, supongo que de no haber dormido bien la noche anterior (es lo que tiene dormir con un niño de tres años con un buen resfriado) y del viaje desde Barcelona con la #leivan
Visita express por la Feria del Corredor con la familia para recoger el dorsal y dar un fuerte abrazo a unos cuantos amigos de la organización y demás compañeros que están en los stands. Por la tarde rodaje muy cómodo por la Concha y a cenar con el peque. Los más listos son mis amigos y mi mujer que se van de pintxos y unos pocos txacolis. Esa noche aún está permitido
Mientras intento dormir a Leo o tranquilizarlo ya que no parábamos de jugar a PJ Mask y dar saltos en la cama, me llama el gran Alfredo Varona para hacerme unas cuantas preguntas muy personales y poder publicar la entrevista a la mañana siguiente.
Aquí tenéis el resultado: https://www.sport.es/labolsadelcorredor/la-ambicion-una-droga-peligrosa/ Esa noche dormí genial.
Sábado 10/11/18
El sábado previo a la Behobia siempre es especial. Un año más hemos organizado un viaje en autocar para la #mareaverde y otros corredores que no se querían perder este espectáculo y como ya es habitual por la mañana hacemos todos juntos un entreno de activación por la Concha con unos buenos estiramientos y consejillos para correr y disfrutar al máximo al día siguiente. Sobretodo la foto de grupo y un poco de postureo en los “Peines del Viento” que no falte.
Después de una rica comida en el hotel toca descansar y estirar las piernas con la Compex (capilarización en cuadriceps e isquios). Poco más que hacer durante la tarde, paseo hasta el Carrusel con la familia y a cargar energía con un poco de ensalada, pizza y pasta con todo el grupo IRUNWITHLEIVA.Al final ha sido un día en el que he desconectado de la carrera y cada vez gestiono mejor la presión del “favorito”.
Domingo 11/11/18
Suena el despertador a las 6:45 y directamente bajo al desayuno. Aunque en éste puedes encontrar deliciosos pastelitos, jamón, verduritas y variedad de ricos zumos, no es momento de salirse de la rutina y como siempre en una competición importante desayuno dos tostadas con membrillo y pavo , un plátano y una manzanilla.
Tengo todo preparado para ir a la salida y empezar a disfrutar de lo que será una gran carrera.
En el coche que nos lleva al barrio de Irún que más corredores de España conocen coincido con un buen amigo y compañero de asfalto. El gran Iván Fernández, uno de los rivales que más difícil me va a poner el llevarme la txapela. También está Diana Martín que poco conoce esta carrera y otra de las grandes favoritas a la victoria. Los dos debutan en esta carrera y durante el viaje no se habla de otra cosa que de la presión y los nervios con los que llegamos a este día. Si, somos algo masocas en ese sentido.
Una vez llegamos a la salida nos cambiamos y hacemos unos 20 minutillos de calentamiento junto a un gran amigo que está a punto de vivir una de sus mejores carreras de su vida. El gran Juanmi Moreno que llega en un gran momento de forma e intentará correr por debajo de los 68’ en este duro circuito. A pocos minutos me encuentro con otro gran amigo y también uno de los favoritos de la prueba. Iraitz Arrospide, el “desconocido” para mí en la edición anterior de la BSS y que después de 19km intentando descolgar me ganó con un poderoso sprint. Este año llegaba con más confianza aún después de su participación en el Europeo de Berlín y con la vista puesta en la Maratón de Valencia del 2 de diciembre.
A las 10:15 se dio el disparo de salida e Iraitz coge las riendas del tren en la que tan sólo 4 atletas seguimos el ritmo sub 2’50/km.
Los tres primeros km’s las sensaciones son “raras” pero justo en el inicio de la subida de Gaintzurizketa ya veo que hoy también podré correr a un gran nivel. Empiezo a tensar la cuerda y los únicos que aguantan son Iván e Iraitz que hasta la bajada del km 8 no cede unos metros y ahí empieza la segunda parte de la carrera. Bajada rápida con varios km’s por encima de los 20km/h y cada vez abriendo más hueco con Iraitz. La subida a Capuchinos se me hace dura y es que no he podido beber bien en el avituallamiento del km 10 y me noto flato intenso en el costado. Miro atrás y sólo veo motos sin tener referencia de los demás corredores, dudo si podré ganar o no ya que aún falta la “temible” pero espectacular subida de Miracruz y he bajado un pelín el ritmo aunque por lo que marca mi Suunto estoy por debajo de una media de ritmo a 3’/km.
Km 16 y visualizo todo el gentío que se amontona en Miracruz y pienso…disfruta y sufre más que nunca, por ti y por todos ellos merecemos esta victoria. Así que con una respiración más elevada y con las piernas quemando subo esa rampa empujado por los cientos de “aupa” que me llevan en volandas hasta la Av. del Boulevard. Alargo zancada y paso el km 18 sabiendo que este 2018 seré yo el ganador y lo que más me apetece es desconectar del ritmo exigente y agradecer celebrando con todo el público la victoria de esta Behobia.
Creedme si os digo que no quería que se acabara nunca esa larga recta de arcos, pero a lo lejos visualizo el último, el de Adidas que hará subir mi nombre por segunda vez a la lista de txapeldunes y esta vez con un gran tiempo de 1h00’22.
Empieza la locura de entrevistas, que si me he dejado el récord, fotos y felicitaciones. Mi mente está en abrazar a mi enanito y mis padres que me esperan a 10 metros y compartir esa alegría con ellos. Poco más de un minuto veo llegar a Iraitz e Iván en un final muy ajustado y al poco rato otra gran alegría viendo a Juanmi entrar 7º con un gran registro de 1h05.
Ya sólo queda disfrutar del podium con mi familia, amigos y otros conocidos aplaudiéndonos a los tres y esperar a mi mujer para abrazarla y los demás IRUNWITHLEIVA para poder celebrar la victoria con ellos. Desde aquí quiero felicitar a los más de 26000 corredores que acabaron la prueba y a la excelente organización que hace posible tal espectáculo deportivo.
Esta Behobia la quiero dedicar a todos aquellos que en algún momento han confiado en mí y por muy poco que sea han ayudado a que pueda seguir corriendo a este nivel. En especial a mi hermano Rubén. #seguimos